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Soldar sin protección puede exponer a los individuos a varios riesgos, tanto a corto como a largo plazo. Aquí hay algunos de los principales riesgos asociados con la soldadura sin protección:

1. Quemaduras: la soldadura produce altas temperaturas que pueden causar quemaduras graves en la piel expuesta. Incluso una exposición breve a las chispas o al arco de soldadura puede provocar quemaduras dolorosas.
2. Lesiones oculares: la luz ultravioleta e infrarroja generada durante el proceso de soldadura puede dañar seriamente los ojos si no se usan gafas o máscaras de soldadura adecuadas. Esto puede resultar en quemaduras en la retina, cataratas y otros problemas de visión.
3. Inhalación de humos tóxicos: la soldadura produce humos y gases peligrosos, que pueden contener sustancias como óxidos de metal, vapores de metales, ozono, gases de soldadura y otros productos químicos nocivos. La inhalación de estos humos puede causar problemas respiratorios agudos y crónicos, así como enfermedades pulmonares graves.
4. Intoxicación por plomo: al soldar con materiales que contienen plomo, como ciertos tipos de pinturas o soldaduras, existe el riesgo de intoxicación por plomo si no se utilizan medidas de protección adecuadas. La exposición prolongada al plomo puede causar daños neurológicos, renales y otros problemas de salud.
5. Incendios y explosiones: soldar sin protección en entornos no seguros o con materiales inflamables puede provocar incendios y explosiones. Las chispas y el calor generado durante el proceso de soldadura pueden encender fácilmente materiales combustibles cercanos.
6. Lesiones por objetos proyectados: pueden desprenderse partículas de metal fundido, fragmentos de material y otras partículas que pueden causar lesiones a los trabajadores si no llevan equipo de protección adecuado, como piezas ignífugas o delantales.